La pausa ha comenzado, retratando un deseo, colocándole un marco rosado y colgándolo en el primer poste que se encuentre. El agua. La cortina de ramos. Los largos paseos del gato. La mirada gris que mira hacia el pasado y deletrea ecos que son convertidos en rostros. Los rezos blancos y vanos. Las huellas de barro olvidadas a la orilla del mar. La triste imagen de un recuerdo que viene flotando en el viento y agrieta los espejos ya rotos. La soledad que suspira las mismas palabras de siempre y te llena con estelas vívidas, repetidas y sucias. Un punto que anuncia la pausa; pero no, la pausa nunca comienza nunca termina, renace cada mañana, cada vez que el rocío sonríe, cada vez que el viento suspira y me trae diminutos granos de arena donde tu esencia perdura. Y es entonces que la pausa... solloza tu ausencia.
RESULTADOS
La pausa ha comenzado
La pausa ha comenzado, retratando un deseo, colocándole un marco rosado y colgándolo en el primer poste que se encuentre. El agua. La cortina de ramos. Los largos paseos del gato. La mirada gris que mira hacia el pasado y deletrea ecos que son convertidos en rostros. Los rezos blancos y vanos. Las huellas de barro olvidadas a la orilla del mar. La triste imagen de un recuerdo que viene flotando en el viento y agrieta los espejos ya rotos. La soledad que suspira las mismas palabras de siempre y te llena con estelas vívidas, repetidas y sucias. Un punto que anuncia la pausa; pero no, la pausa nunca comienza nunca termina, renace cada mañana, cada vez que el rocío sonríe, cada vez que el viento suspira y me trae diminutos granos de arena donde tu esencia perdura. Y es entonces que la pausa... solloza tu ausencia.